sábado, 21 de julio de 2018

Amor y enamoramiento: la confusión


Por Lucía Olivares

El psicólogo Alejandro Monreal mencionó en entrevista para el programa “A Media Mañana” que no deberíamos casarnos enamorados; esa afirmación generó una reacción de extrañeza, puesto que por generaciones hemos escuchado que “si  no te casaras enamorado, no te casabas”.

¿A qué se refería el psicólogo?

A que la sociedad, los medios de comunicación, y ahora, las redes sociales, venden como amor, lo que en realidad es la etapa del enamoramiento, esa que no nos deja ver la realidad de la otra persona, esa que te tapa los ojos con una venda, esa que te hace cosquillitas en el cuerpo, que te da alas y bloquea tus pensamientos.  La noticia es, que como dice Rubén González Vera en su libro “La Pareja Profesional”: El enamoramiento, también conocido como amor inmaduro, es intenso, palpitante, efervescente, ¡pero! efímero.

El estado maniaco y la obsesión del enamoramiento son causantes de esas “locuras que se hacen por amor”, y de las que todos presumen como una entrega total hacia la persona amada. No se miden los riesgos, creemos que sin la persona deseada nuestra vida carecería de sentido; desayunamos, comemos y cenamos pensando en él/ella. Es un estado fantástico en ambas definiciones: extraordinario e irreal.

El enamoramiento tiene muchos síntomas y solo dos consecuencias: el amor, o el desamor, es decir, desistir, rendirse ante la lucha incesante por la pareja.

El amor es un tema universal, aspiracional, que conecta con cualquier alma, pero ¿es el amor de lo que hablan esas películas encantadoras, esos cuentos de princesas? No. Es el enamoramiento de principio de fin, las historias que terminan con un “y vivieron felices para siempre” le dejan la responsabilidad a la última palabra, al “siempre”, a la permanencia, al día a día.

Jorge Bucay dice que “Enamorarse es amar las coincidencias, y amar es enamorarse de las diferencias”,  con esta frase regresamos el primer punto. El amor es también un deseo de descubrimiento propio a través del otro, nunca terminamos de conocernos, nunca terminamos de vivirnos, pero la diferencia entre el enamoramiento y el amor, es que, el primero ve lo que quiere ver, mientras que el segundo ve lo que es, y aun así, se queda.





@Olivareslucia

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