jueves, 28 de agosto de 2014

Con o sin corazón




¿No?
La idea es muy claro en esta escueta conversación, y creo que ya entendieron mi punto, sin embargo, trataré de explicarlo mejor.
Es muy complicado entender al ser humano, a veces desisto porque es sería una lucha perdida y eso me genera frustración; pero no entiendo. No entiendo por qué aun cargando con el corazón y la conciencia, nos llenamos la boca de adjetivos negativos para definir a los demás. Sé que podemos pensar mil y un cosas, que sentimos coraje, incluso rencor, que hay quien sencillamente no te agrada, a veces es su voz, sus actitudes, su humor o su simple presencia; pero, ¿por qué exponer nuestro vacío para lastimar a los demás?, ¿Qué nos deja?, ¿Qué nos quita?, ¿Qué sensación nos genera la humillación de otros?
Las hormigas nos pican, nos dejan unas ronchitas rojas; a algunas personas les provocan alergia, comezón, ardor, dolor; otras ni siquiera lo notan; pero las hormigas no se pican entre ellas, las hormigas andan juntas,  se ayudan , viven en comunidades organizadas, hasta tienen reinas… 
...los seres humanos nos lastimamos entre nosotros.

¡Y nos quejamos!… es increíble nuestra manera de quejarnos, de molestarnos con el gobierno, de poner mensajes motivacionales en redes sociales, tomar videos y fotografías apoyando causas que desconocemos, o causas mucho más elevadas que nuestro primitivo problema: nosotros.

Esta mañana vi una fotografía que decía “Promueve lo que te gusta y no lo que te molesta”, y soy en este momento la primera en romper con el mensaje; pero a mí no me gusta que usemos nuestras manos para escribir lo que puede dañar a un amigo, no me gusta que usemos la voz para morder personas, no me gusta que usemos la risa como burla,  no me gusta que el corazón no filtre nuestros actos y que la cabeza no guarde secretos… porque los secretos son sagrados.

Y sí, los problemas que como sociedad tenemos son primitivos… somos nosotros mismos.


Lucía Olivares.

@Olivareslucia

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