¿No?
La idea es muy claro en esta escueta
conversación, y creo que ya entendieron mi punto, sin embargo, trataré de
explicarlo mejor.
Es muy complicado entender al ser
humano, a veces desisto porque es sería una lucha perdida y eso me genera frustración;
pero no entiendo. No entiendo por qué aun cargando con el corazón y la
conciencia, nos llenamos la boca de adjetivos negativos para definir a los
demás. Sé que podemos pensar mil y un cosas, que sentimos coraje, incluso
rencor, que hay quien sencillamente no te agrada, a veces es su voz, sus
actitudes, su humor o su simple presencia; pero, ¿por qué exponer nuestro vacío
para lastimar a los demás?, ¿Qué nos deja?, ¿Qué nos quita?, ¿Qué sensación nos
genera la humillación de otros?
Las hormigas nos pican, nos dejan
unas ronchitas rojas; a algunas personas les provocan alergia, comezón, ardor,
dolor; otras ni siquiera lo notan; pero las hormigas no se pican entre ellas,
las hormigas andan juntas, se ayudan , viven
en comunidades organizadas, hasta tienen reinas…
...los seres humanos nos
lastimamos entre nosotros.
¡Y nos quejamos!… es increíble
nuestra manera de quejarnos, de molestarnos con el gobierno, de poner mensajes
motivacionales en redes sociales, tomar videos y fotografías apoyando causas
que desconocemos, o causas mucho más elevadas que nuestro primitivo problema: nosotros.
Esta mañana vi una fotografía que
decía “Promueve lo que te gusta y no lo que te molesta”, y soy en este momento
la primera en romper con el mensaje; pero a mí no me gusta que usemos nuestras
manos para escribir lo que puede dañar a un amigo, no me gusta que usemos la
voz para morder personas, no me gusta que usemos la risa como burla, no me gusta que el corazón no filtre nuestros
actos y que la cabeza no guarde secretos… porque los secretos son sagrados.
Y sí, los problemas que como
sociedad tenemos son primitivos… somos nosotros mismos.
Lucía Olivares.
@Olivareslucia
No hay comentarios:
Publicar un comentario