jueves, 18 de febrero de 2016

Si los sueños se escribieran…



Si los sueños se escribieran…

Si amaneciéramos con una hoja en la mesita de noche… habría más historias de ficción que programas de televisión…

Si los sueños se escribieran…

Podríamos revisar los temas pendientes, a la mañana siguiente, y despertar sin memoria, ni presión en los dientes.



Esa locura de perder los sentidos, de ponerlos en pausa, cerrar los ojos, apagar la luz y ensordecer por un tiempo; recrear entonces un sinfín de imágenes yuxtapuestas, desordenadas, sin origen, sin conexión; y en la inconsciencia volar, pero volar sintiendo, incluso el golpe al aterrizar.

Soñar viviendo una realidad alterna y escuchar un te amo de quien despierto nunca encontrarás, abrazarlo fuerte y reconocer la textura de su suéter amarillo en tu mejilla. Caminar por calles empedradas que desgastan tus zapatos favoritos, aunque no los tengas. Ver caer tus dientes en el baño, todos juntos sin explicación, y sonreír sin gracia en el espejo de un elevador; acariciar su pelo posando tu mano sobre la nuca, como si lo hicieras siempre, como si ese fuera un lugar común… aunque nunca lo hayas hecho, aunque nunca lo vayas a hacer.

Manejar a velocidades inimaginables, ser cómplice de caras conocidas, renunciar al trabajo, comer enormes trozos pastel, ver tu piel cambiar de color, odiar a los que más quieres, volar al intentar correr, ver ese rostro decirte te amo, ver esos labios pedirte perdón, sentir ese abrazo de reconciliación, quedarte en el mismo sitio al avanzar, descubrir la ansiedad de un grito enmudecido y despertar con un golpe entre la madera y tu piel…
Soñar, esa locura de poner los sentidos en pausa y reconstruir.



Si los sueños se escribieran…

Seríamos eternamente un amante nocturno, un ave aventurera, un adolescente desmedido, un chimuelo desesperado y un loco millonario.

Si los sueños se escribieran…

Tendría sus palabras escritas con tinta y las releería todas las noches para volver a soñar.

Si los sueños se escribieran…

Tiraría todas las plumas al suelo para no manchar las hojas con la absurda realidad.







Lucía Olivares
@Olivareslucia

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