lunes, 26 de mayo de 2014

Al parecer todo nos gusta…

Desde el comentario más alentador, los buenos días de un tío, el meme más cruel o mejor dicho el bullying en su expresión gráfica, la fotografía de una amiga que luce más bonita que tú, la fotografía de una amiga que simplemente no debería existir, la niña que piensa que manifestar sus decepciones amorosas la hace interesante y popular, el niño que presume su borrachera de fin de semana y luego la cruda del mismo fin de semana, las frases de libros que alguien pegó en una postal, los videos de caídas o accidentes terribles, las fotografías familiares y de nuevo las palabras de despecho que no caben en una red social, comentarios excluyentes que pueden gustarte al mismo tiempo que una frase de la madre Teresa de Calcuta.

¿Qué nos gusta? ¿Dar clic? Tal parece que tenemos una necesidad de aprobación, de colectividad llevaba al vacío. No podemos olvidar que el “Like” también es un compromiso social, que un like puede generar un vínculo amistoso, que un like puede significar un: aquí estoy. En el mejor de los casos es admiración, unión, respaldo.

Y sí, al parecer nos gusta que existan parejas nuevas y también que se desmoronen, nos gusta que nuestros amigos tengan moretones o que les regalen un coche, nos gusta saber que alguien se quedó en casa porque está enfermo o que trabaja arduamente toda la mañana; nos gustan las fotografías de viajes y también las del perro acostado en su cama; nos gusta ver lo que los otros comen, nos gustan las publicaciones de “comida balanceada”; nos gusta ver cuántas botellas se acaban nuestros amigos, nos gusta ver cómo festejan a sus mamás los domingos; nos gustan las notas de accidentes automovilísticos, nos gusta que las niñas lloren porque no las quieren ni como amigos, nos gusta que la gente se asuste por detonaciones en la noche, nos gusta que sea de día o que sea de noche.


 Al parecer todo nos gusta…

Lucía Olivares.

@Olivareslucia

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