Hace
meses subrayé en un libro un término que no acababa de comprender
"poéticamente justo", me gusta la forma en que se lee y como la vida
me quiere mucho, ahora, me muestra el significado.
¡Esto es, poéticamente justo!
La
poesía es un sentimiento verbalizado que la mayoría de las veces se convierte
en el reproche más fino, más dulce.
A mí me parece poéticamente justo que tu bote
se hunda después de haber remado tres días sin descanso, me parece poéticamente
justo que un hombre te deje después de amarlo tanto, y es poéticamente justo
que te arranquen el tesoro que tú solo fuiste a buscar, que te roben el dinero
que trabajo ha de costar.
Resulta
poético ver sangre en el bondadoso y grasa en el mafioso, engalanar al estúpido
y burlarse del otro, también es poético envejecer agradecido y vivir
atormentado, amar a una “cualquiera” y mantener a tu enemigo. Es poéticamente
justo que te arrebaten las uñas para con ellas rascarse la espalda, que te
corten el cabello para hacer tapetes o rellenar almohadas; también es posible
un mundo viscoso y una cocina helada, saludar a un amigo y recibir cachetadas,
cantar por la noche y no despertar mañana.
La
vida es poéticamente justa, se voltea, te sorprende, te quita, te da, te
alimenta, te mata, te endulza, te envenena, te revienta, te vuelve loco, te
enamora, te derrite, te amarga, te abraza, te besa, una, dos, tres, muchas
veces, te ahorca, te idiotiza, te entristece, te entristece mucho, te
anestesia, te sube, alto, muy alto, te tumba, te vuelve a abrazar… ¡Qué rico!
Sí, a pesar de los pesares los poemas son reflejos de la vida de los seres
humanos y qué dicha vivir con el nada asegurado.
De manera personal, después de
mucha felicidad siempre viene la justicia poética y esa, ¡se goza! porque
cuando se hunde tu bote después de haber remado tres días, una semana o seis meses, llega un helicóptero
y te lleva a tu destino en minutos cantándote entre cielo y cielo.
Lucía Olivares.
@Olivareslucia
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