Que nos roben la sonrisa es como robarle la letra a una canción…
Cuando no hay sorpresas, cuando tienes miedo a salir viviendo, cuando la voz se convierte en murmullo y la fuerza de una mirada termina escondiéndose, termina detrás de un muro, el más alto que encuentre para sentirse seguro… aún sin comprobarlo, para sentir que huye aunque el temor se quede dentro. ¿Entonces? Aquel podrá lamentar su desdichada vida y reír de los miedosos mientras duerme solo, el otro acompañado llora de rabia sin encontrar solución… ¿Nos perdimos? ¿Dónde está la parte en la que alguno se divierte? ¿En qué momento nos volvimos tan incongruentes?
Mis ojos quieren ver de frente, mi cabeza siempre hacía arriba, no nos gusta abrazar el piso… es como un novio frío. Podríamos optar por disfrutar sentirnos vivos, sólo me queda esa pregunta… ¿En dónde nos perdimos?
Lucía Olivares.
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