Caminaba como si la resistencia del agua quisiera enviarme a la otra orilla;
mantengo los brazos frente a mi para protegerme... no logro ver nada con claridad.
Opto por la distancia y la delicadeza en cada uno de mis pasos... prefiero ir despacio.
Cuando volteo hacia arriba todo parece más despejado; incluso,
hay aves que descansan en las últimas ramas secas que se fusionan con el cielo.
aunque parezca vacío por fuera, si sus raíces son fuertes, no se cae, no nos caemos.
¿Camino o me detengo? Solo depende del tiempo
¿Hacia arriba, hacia afuera o hacia adentro? Depende de lo que quiero
...
Camino como si la resistencia del agua quisiera enviarme a la otra orilla;
entonces, me siento, caigo, toco el piso, lo conozco... lo reconozco.
Ando a tiendas, con los brazos pegaditos a mi cuerpo,
desde aquí veo cómo se asoman los rayos del luz, claridades angostas.
Decido ir al nivel de la esencia, sin distraerme, sin pensar en las flores,
pensando en el camino... escuchando a las aves cantar
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