Me lo he cuestionado tantas veces y me es tan difícil dar una respuesta tajante: Sí o no, simple, sin justificaciones. La pregunta me forza a recordar a mis padres, su cariño, su presencia, sus cuidados; luego a sentirme, sentirme única y con la capacidad de hacer con mi mundo lo que decida, respirar libertad, ser libre de pensar, sentir y decir lo que se me venga en gana. Los sueños guían mi vida, los anhelos pronto alcanzados, las palabras tatuadas y los amores pronunciados… me hace feliz su búsqueda, me hace feliz la lucha y espero me haga feliz su cumplimiento. Se dice que lo que te hace feliz también te hace desdichado, que sólo aquello que te hace sonreír te hará algún día llorar, que sólo la ruina te lleva a la fortuna , que sólo las caídas te hacen levantar.
Tal vez sea feliz por la desdicha y la fortuna, que triste sería mi vida al sentirla completa, que triste despertar por la mañana sin tener una encomienda, que triste llegar a la noche sin un examen de conciencia.
Podría decir que soy feliz, que me hace feliz el supuesto camino a la misma felicidad.
Lucía Olivares.