Esta noche soy consciente de mis ojos, mi nariz, mi boca, mis pulmones, mi corazón, el hígado, los riñones, la matriz y mis oídos. Soy una orquídea natural.
La vida nos da todo (pero no a todos), tenemos habilidades, destrezas y talentos, y a veces, desembocan en mares de perdición. Pensaba en nuestra voz, ¿Qué decimos? ¿Qué hacemos con nuestra boca? si es un recurso humano, ¿por qué no decimos cosas valiosas?, ¿por qué no pronunciamos palabras hermosas?
Pensaba, también, en el corazón, ¿por qué lo relegamos como un traidor? ¿por qué le decimos idiota? si él es el que siente, ¡Imagina cómo lo lastimamos!
Pensaba en nuestro cuerpo, ¡Todo!
¿Qué hacemos con él? por qué no danzar, por qué no convertirlo en un ritual, en una obra de arte, una escultura, un espectáculo, por qué no devolver el favor, por qué no descubrir su belleza...
Y que mis ojos miren lejos y de frente.
Que mis oídos muevan mi cuerpo.
Que los pulmones me llenen de vida.
Que mi piel juegue a disfrazarse.
Que mis pies descubran.
Que mis manos sean poetas.
Que mis hombros sean cojines.
Mis mejillas el recibidor de la casa.
Mis piernas las alas.
Mis lunares estrellas.
Cuando doy un regalo, espero que hagan un buen uso de él.
No regalo una bolsa para que la llenen de basura. No regalo un abrigo para que lo usen de pijama. No regalo un coche para que se estrelle, ni una pulsera para que la rompan...
... tampoco regalaría una boca para maldecir, ni unas piernas para perseguir a alguien. No regalaría un corazón para que lo limiten, ni unas orquídeas para que no les pongan agua.
Lucía Olivares.
@Olivareslucia