Apenas alcanzaba
a acariciar aquella atractiva acompañante; aunque aparentaba amistad, alteraba
al actuar apasionado a Alfonso, alzando alegría al aire agitado, alivio apaciguado.
Antes aguador,
ahora abogado, antes aborrecido, ahora adorado. Alfonso ama aquella acompañante
altiva, anémica, arrogante, al árbol adorna abnegado, afecto abolido, abominable
amor a Alondra, antigua amiga, achacoso amor. Anteriormente abría alas al
aparecer airosa Alondra, anonadado apreciaba aquella alma ahora apagada…
aquella abertura anestesiante, antes amiga, ahora… áspera acompañante.
Acercándose a
aclamar abrazo, acomoda angustiante acontecimiento, actores amorosos admirados,
actores aguerridos al atemorizar.
Aquel afecto
ancestral, aromatiza aborrecimiento acuchillando al amor.
Lucía Olivares
@Olivareslucia