miércoles, 16 de mayo de 2012

Un país que no conoce su riqueza


Lucía Olivares.

Un país con identidad que desea convertirse en otro, un país que no conoce su riqueza, su potencial, sus alcances y desea tener los del otro. Un México que se ha ido haciendo pequeño por errores de nuestros gobernantes, un México que en una ocasión cedió parte de sus tierras y ahora sigue permitiendo que el norte se vuelva ajeno al México real. Si bien existe una dependencia económica fuerte, también existe una dependencia cultural innecesaria, basada en una adulación ridícula, basada en el escaso conocimiento propio.

Fácil sería decir que la mayoría, o todos nuestros problemas se deben al mal manejo político del país, tal vez en parte sea cierto, y lo hemos permitido precisamente porque no conocemos nuestro valor y peso como ciudadanos, como miembros de nuestra nación.
         De México se dicen muchas cosas, yo estoy de acuerdo en la parte del conformismo, del cómodo, porque por muchos años hemos permitido, hemos “dejado” que unas cuantas personas hagan todo por nosotros, unas cuantas personas que si bien han decidido trabajar por el país,  no tienen ni todo el poder, ni toda la razón, mucho menos toda la capacidad; eso sí, lo sabemos, lo criticamos, lo divulgamos… y nada más, aunado a las permanentes comparaciones con el país vecino, el rico, el poderoso, el país de las oportunidades. Creo que ahora sí es justo y necesario crear conciencia y cambiar tan malos hábitos que hemos apropiado los mexicanos, la mayoría de ellos causados por la ignorancia, por la comodidad, por mediocridad y por seguir siendo dependientes. Somos una sociedad rica en cultura, una sociedad sumamente creativa, pero una creatividad perdida, dispersa, cómica y burlesca, no una creatividad que aporte, que genere cambios fuertes y reales, nos hemos convertido en una sociedad de espera y esto ahora ya no está permitido.